martes, 25 de octubre de 2011

Algo se muere en el alma...


Un gafista en la grada, por Juan González Martínez, Madrid 25/10/MMXI

     Hay crónicas que son más difíciles de escribir que otras, crónicas que uno no desea tener que hacer nunca, crónicas en las que cada palabra trazada en el papel abre una pequeña herida en el orgullo, crónicas que duele releer. Y esta es una de ellas.

     Pero así es Afilados, caballeros, un equipo que si bien puede regalarte grandes alegrías (ayer algunos recordaban aquel mítico partido contra el Tiki-taka) también puede hacer lo que hizo ayer. El resultado final fue de nueve a cero, y si hay un dicho entre el pueblo que dice algo así como que una imagen vale más que mil palabras, tal vez, también podamos decir que un resultado vale más que mil palabras. Porque con un 9-0, ¿qué más se puede añadir? ¿Nuestros chicos tuvieron un mal día? ¿El resultado no refleja lo disputado que fue el partido? ¿El árbitro aun se acordaba de nosotros? Ahora no es momento de eufemismos o excusas, fueron muy superiores y punto.
Aficionada cabreada...

     Si que es verdad que con el 3-0 en el marcador, tras un comienzo donde nuestros chicos tardaron en desperezarse de la siesta, hubo minutos de buen juego y se crearon casi las únicas ocasiones del partido, pero todo fue un espejismo, volvieron a caer los goles, hasta alcanzar la ya tan repetida cifra.

     El portero tuvo uno de sus peores días, Medina decidió buscar el gol del honor, el primo se desesperaba y sufría la derrota, Ino se lesionó, Alvarito parecía un voluntarioso pero poco efectivo robinsoncrusoe por el campo, Perry deambulaba por el centro buscando ese pase que nunca llegaba, Miguel intentaba buscar portería como fuera, Rubio quería pero la superioridad rival era incuestionable. Así andaba nuestro equipo, perdido, sin esa energía, sin esa vivacidad que no les falta fuera del terreno.

     Ayer ya se hablaba de nuevos fichajes para reforzar ciertas posiciones pero también nos dejamos llevar por el pesimismo poniéndonos en lo peor. Desde esta humilde columna permitidme no centrarme tanto en los detalles del partido sino aprovechar para lanzar estas palabras, no sólo de ánimo sino también de regañina, tan necesarias en estos momentos. Lo primero es que es necesario ser conscientes de nuestras posibilidades, está claro que no vamos a ganar la Liga pero tampoco nos merecemos perder 9-0, debemos asumir que podemos hacer más de lo que ayer se hizo. Lo segundo es echarle ganas, pelear cada balón, no dar por perdida ninguna jugada, en definitiva, presionar y presionar. Lo tercero es alcanzar el estado en el que sin olvidar el segundo punto, se disfrute de lo que se está haciendo, que total, esa es la idea, con el fútbol no vamos a hacernos millonarios, ni vamos a pelear por títulos, ni nos va la vida en ello, así que por lo menos, pasemos un buen rato. Lo cuarto es que a quien me haga un partido como el de este domingo, le entierro junto a Gadafi.

Simulación de la amenaza de Juan con ArabSpring 3.0


     En la afición hubo de todo, aunque se empezó fuerte, con un colorido y polémico mosaico, pronto se diluyeron las ganas y el silencio en el lateral del campo era palpable. Un desastre. Entre el hooligan que se coló en la grada, algunos que estaban más pendientes de sus conversaciones, los que sufrían al ver el marcador, las lesiones de los jugadores que requerían los cuidados médicos oportunos, etc., el partido quedó en segundo plano.

     Como curiosidades del partido, el gol que se comió el portero mientras andaba distraído pensando en su nuevo reto montañero y la colaboración en un gol de un despistado Medina. Dos jugadas muy grandes.

     Sobre el equipo rival pues poco que decir, estuvieron bien, se encontraron con un partido fácil pero aun así hasta el minuto final pelearon cada pelota como si el resultado fuera otro.

     Para finalizar, unas palabras que espero se queden grabadas en cada jugador y aficionado de este equipo: Keep the Faith, muchachos.

AFILADOS, YOU´LL NEVER WALK ALONE
DE DERROTA EN DERROTA HASTA LA VICTORIA FINAL


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