-Por Juan González Martínez- Madrid, 17/10/MMXI, 7:21 AM
Comienza la cuarta
temporada de Afilados Madrid y espero que este breve intento de
pregón haga honor a nuestro humilde y querido equipo de fútbol.
Han pasado ya unos
cuantos años desde que nuestros muchachos se enfundaron la elástica
por primera vez. Unos años donde si algo han demostrado estos
jugadores es que son capaces de lo mejor y, sobre todo, de lo peor.
Hemos visto grandes paradas y ridículos goles. Hemos disfrutado de
minutos de bonito tiki-taka y contraataques espectaculares, pero
también, de pases incompletos, galopadas sin freno y jugadores
desconcertados en el centro de campo. Hemos celebrado auténticos
golazos y hemos agachado la cabeza ante estrepitosos fallos tratando
de pensar que nuestros ojos nos han jugado una mala pasada. Hemos
sido ejemplo de buena educación y fairplay con el rival, pero no
tampoco han faltado expulsiones, patadas traicioneras y alguna
palabra malsonante. En resumen, y por no alargar la lista hasta la
eternidad, podemos decir que Afilados Madrid hemos sido el ying y el
yang de la Liga Municipal, los Dr. Jekyll y Mr. Hyde del barrio de
Hortaleza. Y esa bipolaridad, nos tiene cautivados, porque lo
imprevisible es desconcertadamente bello.
Lo peor de este periodo,
tal vez, haya sido despedirse de los jugadores que hemos perdido por
el camino. Algunos han abandonado el proyecto, a otros su entrega les
ha pasado factura. De entre ellos, no puedo olvidarme de Ruper, Paska
y Guille, a quienes las lesiones les mantienen fuera del campo, y no
puedo olvidarme de ellos, porque sé que para jugadores de su casta
no hay nada peor que ver los partidos desde la grada. Esperamos veros
pronto pisando el césped. También, un cálido abrazo al resto de
jugadores que han tenido que partir y tanto han aportado, como
Juanma, el Killer, Arshavin, etc.
Y si hablamos de las
bajas, también hay que hablar de las altas, este año, como
principal novedad contamos con Rafita, delantero recomendado por el
capitán. Las expectativas son muy elevadas pero confiamos en que la
nueva incorporación veraniega tenga un proceso de adaptación rápido
y se conviertan en el Van Nistelrooy que tanto necesita este equipo.
Para finalizar una
pequeña reflexión, si en este mundo hay algo capaz de unir a
personas tan diferentes, tan distintas, es el deporte rey, el fútbol,
un deporte que no ha heredado su corona por haber nacido en el
vientre adecuado, sino que su reinado es consecuencia de sus propios
méritos. Nada es capaz de hacer aflorar tantas emociones, nada es
capaz de detener el mundo, nada es capaz de simbolizar tan bien la
vida, nada es capaz de tantas cosas como lo es el fútbol, y por eso
estamos aquí, como satisfechos vasallos de su monarquía
absolutista.
Y que decir de Afilados
que no se haya dicho ya, Afilados es un equipo que nunca estará en
los puestos de cabeza; un equipo de otra época, como aquellos
equipos ingleses de los años 70 lleno de jugadores que no tienen
reparo en pasar la noche anterior a un partido en los bares más
sórdidos de la ciudad; un equipo con cristianosronaldos,
bruceharpers, stoickhovs y juliosalinas; un equipo de amigos donde
tanto los jugadores como la afición, las novias y el aguador, nunca
caminarán solos.
Poco más hay que añadir, de hecho, es mejor que guardemos silencio, porque ahora le toca a hablar al balón. Psst, silencio chicos, Afilados tiene mucho que decir.
(Magistral texto de Juan González Martínez, editado -sólo estéticamente- por el Administrador)
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