Un gafista en la grada, por JGM, Madrid, 7/11/MMXI
Esta semana el nombre de mi columna no se corresponde con la realidad pues no he podido estar en la grada. Las obligaciones del día a día nos dejan poco tiempo para poder disfrutar de nuestros pequeños vicios y, desgraciadamente, a veces tenemos que descartar alguno de ellos. Por eso, mientras se celebraba la tercera jornada del campeonato liguero y nuestro equipo saltaba al terreno de juego, yo me encontraba en otra ciudad, dentro de un zulo lleno de hueveras, amplificadores y chicxs torturándose los oídos.
Pero hasta que GolTV decida retransmitir los partidos de Afilados, podemos dejar volar nuestra imaginación y disfrutar de nuestro propio partido. Dejar que en nuestra cabeza se intercalen fotogramas de espectaculares goles, de patéticos fallos, de tikitakas o contragolpes, de reclamaciones poco amistosas al árbitro, de vibrantes finales, etc. Así que eso he hecho y esta es mi crónica. Tal vez se corresponda en algún aspecto con lo ocurrido el domingo, lo más seguro es que no, pero da igual, porque nadie me podrá quitar la ilusión que me produjo el partido que yo viví.
Captura de la mente de Juan (impr pa, pegar) |
Tercera jornada de liga. Entre el equipo y la afición cunde el nerviosismo tras un mal inicio de temporada. Hay tensión en el calentamiento. Tensión que el capitán trata de aplacar alentando a sus compañeros. “Vamos, joder, que esto lo ganamos”. Algunos desconfían. Otros al ver calentar a Benzo Senior y a Juanma junto a ellos saben que este partido no va a ser igual que el anterior. Pita el árbitro. Corre el balón. Se nota algo distinto en Afilados. Hay centrocampistas. Los hermanos Benzo, Juanma y Primo. Todo un chute para el equipo. Los extremos suben. Delanteros y defensas saben que cuentan con más aliados que nunca. Llega el primer gol. Llega el segundo. Minutos de dominio. Pero Afilados, es Afilados. Se relaja el equipo. Se confían. Llega el primero en contra. Los marcadores se aproximan. Minutos de nerviosismo. Pero ya hemos dicho que hoy es distinto. Se recupera el balón. Llega la tranquilidad. Y el tercero. Ya. Todos saben que los tres puntos ya están en casa. Los jugadores se deshacen de la presión. El equipo disfruta de los últimos minutos. Pita el árbitro. Choques de mano. Miradas cómplices. La maldición de los cero puntos rota. Primera alegría de la temporada. Los primeros goles de algunos. Esto hay que celebrarlo. Cervezas y a seguir disfrutando de este juego, el fútbol. Ahora frente a un televisor.
Afilados, KEEP THE FAITH
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